#Durango // Afectados por la Termoeléctrica Guadalupe Victoria amenazan con tomar la planta si no reciben pago

octubre 4, 2024

Un grupo de afectados de Villa Juárez, Durango, advierte con tomar las instalaciones de la planta Termoeléctrica Guadalupe Victoria de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) si no reciben el pago acordado por once millones de pesos, en relación con un adeudo por la expropiación de terrenos y los daños ambientales ocasionados por la planta.
Colectivos de Villa Juárez, Durango, que aseguran haber sido perjudicados por la construcción de la Termoeléctrica Guadalupe Victoria, de la CFE, han amenazado con tomar la planta en caso de que no se cumpla con el pago acordado. Inicialmente, el adeudo se estimaba en más de 20 millones de pesos, pero las negociaciones actuales giran en torno a once millones de pesos.


Eleazar Cruz Ramírez, portavoz de los afectados, explicó que este conflicto se remonta a más de 35 años, cuando la planta fue construida. La comunidad reclama tanto la deuda económica como los daños medioambientales, entre los que destacan la contaminación de los mantos acuíferos del Río Nazas por los residuos de la planta. Exigen que la presidenta Claudia Sheinbaum intervenga o envíe un representante para solucionar el problema.


La demanda incluye acciones para la reparación de los daños, como la reforestación de las riberas del río, la creación de un vivero-invernadero ejidal, y un acuerdo que involucre a los pobladores para solucionar la contaminación ambiental. Además, piden que se respete el convenio firmado en 1990 entre la comunidad ejidal, la federación y el gobierno de Durango, que estipula una compensación justa por los terrenos expropiados y prioridad laboral para los descendientes de los ejidatarios.
Cruz Ramírez afirmó que más de 40 familias han sido afectadas y que para el próximo miércoles se podría definir el presupuesto necesario para la reforestación solicitada. «Estamos esperando una respuesta oficial de la CFE para avanzar en la remediación de la comunidad», concluyó.
Los afectados buscan no solo una compensación económica, sino también una solución a largo plazo que mitiga los impactos ambientales que la planta ha generado en su comunidad. Las negociaciones continúan, y la comunidad sigue firme en su postura de tomar acciones más drásticas si no se cumplen los acuerdos.