En este 2025, el precio de la tradicional Rosca de Reyes, un símbolo de la celebración del 6 de enero, oscila entre los 100 y los 1,000 pesos, dependiendo de los ingredientes, la elaboración y el lugar de venta. Sin embargo, esta dulce tradición enfrenta desafíos significativos, especialmente para las panaderías locales establecidas formalmente, quienes continúan lidiando con el impacto del comercio informal y las estrategias agresivas de las grandes cadenas comerciales.
De acuerdo con Fernando Flores Gómez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), aproximadamente el 63% de las ventas de roscas en el país provienen del mercado informal. Durante la temporada, es común encontrar roscas vendidas en las calles, incluso en zonas céntricas de las ciudades. Estas roscas son elaboradas tanto por panaderías como por particulares que las hacen en casa y aprovechan la efervescencia de la temporada para comercializarlas.
“Esto nos afecta mucho porque nosotros no podemos competir en precio. Lo único en lo que podemos competir es en calidad, y eso es lo que nos ha permitido mantener nuestras ventas”, comentó Flores Gómez. Según el empresario, el problema no radica en una disminución del interés por la tradición, sino en el aumento de competidores temporales que saturan el mercado en los días previos al Día de Reyes.
Además, las panaderías locales también se enfrentan al «comercio desleal» de las grandes cadenas comerciales. Estas utilizan estrategias de negociación con sus proveedores para reducir costos, lo que les permite vender la rosca de reyes a precios considerablemente más bajos. “El costo de producción de ellos es mucho más bajo que el de nosotros, entonces no podemos competir en precios”, añadió Flores Gómez.
El incremento en los precios de los insumos ha sido otro desafío para los panaderos. Durante el 2024, la harina fue uno de los insumos más afectados por la inestabilidad de precios, junto con el azúcar, la grasa y el huevo, que tuvieron incrementos de entre el 12% y el 15%. En el caso específico de la rosca de reyes, este año los costos de los insumos aumentaron entre un 17% y un 20%, lo que resultó en un ajuste del precio final de entre un 5% y un 7% en comparación con años anteriores.
Se espera que durante los meses de enero y febrero de este año se conozca con mayor precisión el impacto de los costos en los precios de los productos de panadería. “Es al inicio del año cuando podemos medir realmente cuánto subirán los costos que nos imponen los proveedores”, explicó Flores Gómez.
Ante este panorama, las panaderías locales han apostado por la calidad como su principal ventaja competitiva. Sin embargo, el presidente de la Canainpa llamó la atención sobre la necesidad de regular el comercio informal para evitar que siga afectando a los negocios establecidos formalmente.
A pesar de los retos, la Rosca de Reyes sigue siendo un elemento central de la tradición mexicana, y las panaderías formales confían en que su compromiso con la calidad les permitirá seguir participando en esta dulce celebración.