Durango enfrenta una crisis hídrica preocupante en los municipios de Tlahualilo y Cuencamé, donde el 50 por ciento de la población depende exclusivamente de pipas y del tandeo para acceder al agua potable. Así lo informó Yadira Narváez Salas, responsable de la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED), quien explicó que la situación se debe a la profundidad del manto freático en estas zonas, lo que dificulta la extracción del recurso.
Ante este panorama, Narváez Salas destacó la necesidad de realizar un estudio geohidrólogico que permita identificar el punto exacto para la perforación de un nuevo pozo, garantizando que este cuente con suficiente agua para abastecer a la población. En este sentido, informó que un geólogo ya inició los estudios en Cuencamé con la finalidad de evitar la perforación de pozos fallidos o de baja calidad hídrica.
La funcionaria también abordó el tema de la veda en la perforación de nuevos pozos, señalando que esta actividad es posible siempre que se cuente con una concesión vigente. En el caso de Cuencamé, de los siete pozos existentes, cuatro dejaron de operar debido a la ausencia de agua. Por ello, la estrategia contempla la sustitución de estos por fuentes que cuenten con un volumen adecuado de extracción.
Por otro lado, en Tlahualilo la situación también es crítica, pero podría mejorar gracias al proyecto de Agua Saludable para La Laguna. Este se encuentra en su última fase de construcción y solo está a la espera de los permisos para dos cruces ferroviarios por parte de Ferromex. Una vez concluidos, se podrá abastecer con agua potabilizada a la población de este municipio.
Si bien estas comunidades no son de gran densidad poblacional, la problemática afecta a cerca de nueve mil habitantes en Cuencamé y entre tres y cuatro mil en Tlahualilo. “Son igual de importantes que cualquier otro ciudadano duranguense que requiere de este servicio básico”, enfatizó Narváez Salas.
La crisis hídrica en estas regiones subraya la urgencia de soluciones sostenibles que garanticen el acceso al agua para todos los habitantes, evitando así una mayor afectación a su calidad de vida.