#Opinión // Embarazo adolescente, realidad que el 10 de mayo no debe ocultar.

mayo 22, 2025

Por Emilio Antonio Hernández

El embarazo infantil en México es un problema de salud pública y un desafío para el desarrollo integral de las niñas y adolescentes. Nuestro país ocupa el primer lugar a nivel mundial en embarazos en adolescentes entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años. El 23 % de los adolescentes inicia su vida sexual entre los 12 y 19 años.
El embarazo adolescente es un fenómeno social de causas multifactoriales, asociado a grandes cambios físicos y emocionales, baja escolaridad, desinformación, abandono escolar, pobreza, madres ausentes y amigas con conductas de riesgo, afirmó Mónica Beatriz Aburto Arciniega, coordinadora del Programa para Prevención del Embarazo en Adolescentes, de la División de Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Entre los factores relacionados están la falta de plan de vida, impulsividad, múltiples parejas sexuales, la primera relación sexual a edad temprana, no usar protección en la primera experiencia, consumo de drogas, historia de abuso sexual, poca atención de los padres y desinformación.

Respecto a las consecuencias del embarazo adolescente, existe un desequilibrio entre la madurez fisiológica-biológica y la psicológica para manejar la responsabilidad de ser madre, además de consecuencias médicas.

La maternidad temprana aumenta la probabilidad de abandono o aplazamiento de estudios, facilita tener un mayor número de hijos, desempleo, fracaso en la relación de pareja, ingresos inferiores de por vida y quedar en pobreza, es decir, no tener los medios suficientes para satisfacer necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación y servicios de salud.

Las entidades con mayor número de madres entre 12 y 17 años en 2020 fueron el Estado de México, Chiapas y Veracruz. En estos tres estados habitaba una de cada cuatro madres adolescentes ese año. Sin embargo, la maternidad adolescente era más frecuente en Chiapas, Guerrero, Michoacán y Tabasco.

Por ello, hacemos un llamado al Estado Mexicano para que intensifique sus esfuerzos en prevenir el embarazo adolescente, atendiendo los vacíos institucionales, especialmente para las niñas de sectores sociales más vulnerables en el ejercicio de sus derechos, y actualizando los programas de prevención y atención.
El embarazo adolescente puede interrumpir o dificultar la continuación de los estudios, limitando sus oportunidades de desarrollo.

Así, el 10 de mayo se celebra a muchas de estas madres, quienes son solteras y adolescentes. Pero, ¿qué hacen las autoridades en turno? No hay planes contundentes; diseñan estrategias que nadie toma en cuenta porque requieren presupuesto, y el gobierno de la austeridad cada vez recorta más en educación, salud, empleo, seguridad pública, ciencia, tecnología e innovación. Vamos en retroceso y no se ven intenciones de mejorar.
Actualmente, lejos de apoyar a las madres solteras y adolescentes, se les discrimina. En Antorcha, las mujeres han sido fuente de inspiración para muchos mexicanos, y las madres antorchistas hacen un gran esfuerzo para que la lucha del Movimiento Antorchista sea más firme, valiente y ejemplar para que sus hijos continúen la lucha revolucionaria, impulsando el compromiso de una transformación hacia un México más igualitario para toda la sociedad.

Invitamos a todas las madres a acercarse; en Antorcha hay lugar para todas.