Por Jacobo Cruz
En el gobierno del morenista Salomón Jara Cruz, el nivel de violencia y represión contra estudiantes pobres es un tema que debe preocupar a todos los mexicanos pero especialmente a sus gobernados, porque de acuerdo con cifras de Servicios para una Educación Alternativa (Educa), el estado de Oaxaca registra la mayor cantidad de agresiones en contra de defensores de derechos humanos, luchadores sociales y periodistas sumando 58 activistas asesinados y seis más que se encuentran desaparecidos.
Uno de los sectores que está padeciendo por el clima de violencia generalizada y la oficial es el de los estudiantes pobres, los jóvenes oaxaqueños han luchado por albergues para asegurarse el alojamiento y alimentación con cuotas simbólicas que alcanzan únicamente para cubrir los servicios básicos. El bajo costo se logra porque se comparten las instalaciones, los dormitorios y la comida entre todos los moradores de estas nobles instituciones.
Las casas de estudiantes brindan un espacio digno a los hijos de campesinos que quieren sacar adelante sus estudios de secundaria, preparatoria y universidad, sin embargo, esto no es del agrado de algunas autoridades que consideran peligrosos a estos jóvenes con anhelos académicos que quieren ser buenos médicos, ingenieros y abogados, en contraparte algunos políticos oaxaqueños los quieren despojar de las instalaciones que les brinda techo y comida.
Los hechos así lo confirman pues han sido 3 ataques directos contra los muchachos donde se ha escalado el nivel de violencia, veamos: El 23 de enero un grupo de porros irrumpió violentamente en el Albergue Cultural «Villas de Monte Albán» en la ciudad de Oaxaca. Los agresores golpearon a los universitarios, en consecuencia se levantó la denuncia correspondiente, pero el caso sigue en la impunidad.
Después, el 26 de abril, policías municipales de Miahuatlán de Porfirio Díaz, desalojaron ilegal y violentamente a estudiantes del Albergue Estudiantil «Juan Manuel Celis Ponce”. El operativo que fue ordenado por el presidente municipal morenista, César Figueroa Jiménez, dejó a los estudiantes fuera del inmueble y sin acceso a sus pertenencias.
Los estudiantes desalojados acusan que el gobierno municipal rompió un acuerdo de uso del albergue, sustentado en un contrato de comodato por 99 años; de tal manera que no hay ningún argumento o ley que justifique la violencia y el despojo del alcalde contra los estudiantes, ya que el predio fue gestionado legalmente por los jóvenes ante la autoridad municipal en turno hace más de trece años, además de que el edificio fue construido en 2017 con recursos federales.
El tercer acto violento ocurrió la noche del pasado 5 de agosto, cuando al menos una veintena de personas encapuchadas con cuchillos y armas de fuego irrumpieron de nueva cuenta en el albergue Cultural y Estudiantil «Villas de Monte Albán». En este ataque se dañó al “Súper Máss” un negocio de abarrotes que es propiedad de Antorcha, lo que no es otra cosa que una advertencia para que los antorchistas no sigan apoyando a los fenerianos, quienes anunciaron apenas el 4 de agosto que retomarían la lucha en defensa del albergue de Miahuatlán de Porfirio Díaz, del que fueron desalojados con lujo de violencia y sin orden judicial alguna, por parte del presidente municipal de esa demarcación.
Para los antorchistas, este último evento es en realidad un acto de represión orquestado por alguien de la estructura del gobierno estatal debido al respaldo que la organización en Oaxaca ha brindado a jóvenes de la de la FNERRR, que gestionaron importantes obras comunitarias que ahora se las quieren apropiar algunos políticos del estado.
Ante esta serie de agravios que se dirigen a los fenerianos y que han dañado la propiedad legítima del antorchismo oaxaqueño no queda otra opción que la denuncia y protesta pública por para detener los abusos y autoritarismo contra el estudiantado mexicano, que prefiere las aulas para contribuir al desarrollo de México y no formar parte de la estadística de la inseguridad que priva en el país donde mucho tienen que ver actos como el que actualmente se denuncia por gobernantes de Morena que criminalizan y reprimen a la juventud en lugar de dotarlos de espacios dignos y con alimentos gratuitos para el desarrollo académico y profesional.
El día de hoy, una comisión conformada por estudiantes de la FNERRR y antorchistas afectados buscó entrevistarse con el gobernador Salomón Jara, para enterarlo de los problemas que se padecen en el estado que gobierna, pero no tuvieron éxito, en consecuencia trasladaron la denuncia a través de la las redes sociales con el tema Alto a las agresiones contra estudiantes de Oaxaca, resumidas en la frase: #AltoAAgresionesEnOaxaca.
Así que en este conflicto, los fenerianos de Oaxaca y los antorchistas de todo México ya se disponen para dar la lucha legítima por el edificio de su pertenencia y no están dispuestos a que esta serie de abusos quede como una anécdota más y la denuncia seguirá hasta que les devuelvan su albergue, e incluso planean presentarse por miles en próximas fechas ante la presidenta Claudia Sheinbaum para solicitar que se frenen los atropellos en Oaxaca.