*Se acaba el agua en Chihuahua, sobreexplotación afecta a cientos de familias
Chihuahua, Chih. La crisis por la sobreexplotación del agua subterránea en el estado amenaza directamente a miles de familias vulnerables que ya enfrentan dificultades para acceder a servicios básicos. Mientras grandes concesionarios continúan extrayendo el vital líquido sin control, los hogares de bajos ingresos son los que padecen la escasez en sus viviendas, viéndose obligados a pagar altos costos por pipas o a reducir drásticamente su consumo diario.
El doctor Kamel Athie Flores, rector de la Universidad Tecnológica de Chihuahua (UTCh) e investigador en materia hídrica, advirtió que el agua subterránea “se está acabando” y que la falta de vigilancia efectiva por parte de las autoridades agrava un problema que golpea con mayor fuerza a las comunidades más pobres, pues carecen de alternativas seguras para el abasto.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información del Agua (SINA), de los 653 acuíferos del país, 114 ya están sobreexplotados y en 286 no existe disponibilidad. En Chihuahua, esta realidad significa que colonias enteras en zonas urbanas populares y comunidades rurales serranas deben sobrevivir con agua insuficiente o de mala calidad.
“Las familias de bajos recursos son las primeras en resentir la falta de agua potable en sus hogares, porque no tienen dinero para costear la compra de agua por otras vías ni para instalar sistemas de almacenamiento”, señaló Athie, quien subrayó que la extracción ilegal y el abuso de concesiones han creado una crisis de desigualdad en el acceso al recurso.
El especialista propuso reformar la Ley de Aguas Nacionales para frenar la depredación de los acuíferos y garantizar que el agua se destine prioritariamente al consumo humano, antes que a los intereses de grandes productores o empresas. Asimismo, urgió a suspender de inmediato los pozos ilegales y a colocar medidores en todos los concesionados, pues el 90% extrae hasta tres veces más agua de la que se les permite.
Athie también advirtió que el sector agrícola, principal consumidor de agua, requiere una modernización urgente en sus sistemas de riego, pues el desperdicio en esa área termina por dejar a miles de familias sin el vital líquido en sus casas. “Si no hay inversión pública para mejorar la conducción y distribución del agua, la pobreza hídrica en comunidades marginadas será cada vez más grave”, dijo.
El investigador planteó además aprovechar las aguas residuales tratadas como alternativa para reducir la extracción de los acuíferos, lo cual podría liberar recursos hídricos para el consumo humano en zonas vulnerables.
Finalmente, hizo un llamado a impulsar una nueva cultura del cuidado del agua, pues insistió en que el futuro del acceso al vital líquido depende de las decisiones que se tomen hoy. De no actuar, serán las familias pobres de Chihuahua quienes carguen con las consecuencias más duras de la escasez.







