*Crecen muertes por inanición mientras Netanyahu niega la crisis
Gaza, 24 de agosto de 2025.– Por primera vez fuera de África, un organismo internacional respaldado por Naciones Unidas (ONU) declaró oficialmente que la Franja de Gaza atraviesa una hambruna de nivel máximo (fase 5), una crisis humanitaria que ha dejado miles de víctimas y amenaza con expandirse en las próximas semanas.
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) informó que más de 500 000 personas se encuentran en situación de hambre catastrófica y que la cifra podría llegar a 640 000 hacia finales de septiembre si no se garantiza ayuda humanitaria sin restricciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que en julio se detectaron más de 12 mil menores con desnutrición aguda, y que para mediados de 2026 se espera que 43 400 niños y 55 000 mujeres embarazadas o lactantes estén en riesgo crítico.
El Ministerio de Salud de Gaza reportó hasta principios de agosto 197 muertes por hambruna, de las cuales 96 corresponden a menores. Solo desde el 1 de julio, 42 niños y 129 adultos han fallecido por desnutrición severa.
Cálculos preliminares realizados por organismos humanitarios estiman que desde 2023 han muerto más de 62 000 personas por inanición, en su mayoría niños pequeños.
El secretario general António Guterres calificó la crisis como “un desastre provocado por el hombre y un fracaso de la humanidad”, señalando que el hambre ha sido utilizada como arma de guerra.
Philippe Lazzarini, director de UNRWA, declaró que “no hay excusas. Es momento de voluntad política para detener esta tragedia”.
Por su parte, Tom Fletcher, coordinador humanitario de la ONU, denunció que “líderes israelíes han promovido la hambruna como estrategia bélica” y pidió abrir sin restricciones los pasos fronterizos para el ingreso de alimentos, medicinas y combustible.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó la declaración de hambruna y la calificó como una “mentira descarada”, asegurando que Israel ha permitido la entrada de ayuda humanitaria y atribuyendo la crisis a la gestión de Hamás.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch, Oxfam y Amnistía Internacional han sostenido que la hambruna es consecuencia directa de políticas militares que han destruido infraestructura agrícola, almacenes de alimentos y sistemas de distribución en la Franja.
Las agencias FAO, UNICEF, PMA y OMS emitieron un comunicado conjunto exigiendo un alto al fuego inmediato y el ingreso sin trabas de suministros esenciales para salvar vidas.
La Corte Penal Internacional (CPI) ya solicitó órdenes de arresto contra Netanyahu y el ministro de Defensa Yoav Galant, acusándolos de utilizar el hambre como arma de guerra, un crimen contemplado en el Estatuto de Roma.
Mientras organismos internacionales lanzan llamados urgentes, hospitales y centros de atención en Gaza reportan niños en estado crítico, sin acceso a alimentos terapéuticos ni medicinas básicas. Las imágenes de menores gravemente desnutridos se han convertido en símbolo de la crisis.
La ONU y múltiples organizaciones humanitarias han advertido que la hambruna en Gaza podría convertirse en una catástrofe aún mayor si no se toman medidas inmediatas. La comunidad internacional exige abrir corredores humanitarios y detener los ataques que impiden la llegada de ayuda.







