NAVA, COAH. — Con la instalación del gasoducto concluida, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se prepara para incorporar el uso de gas natural en la planta termoeléctrica Carbón II, ubicada en el municipio de Nava, como parte de una estrategia para optimizar su funcionamiento, reducir emisiones y avanzar en la transición energética.
El alcalde de Nava, Iván Ochoa Rodríguez, informó que el proyecto, iniciado en 2024, avanza de forma sostenida y que el ducto, operado por una empresa de Piedras Negras, está destinado exclusivamente al transporte de gas natural para alimentar las instalaciones de la CFE.
“El gasoducto es para transportar únicamente gas natural. No tiene relación alguna con trasvases de agua, como se había malinterpretado”, puntualizó el edil.
Actualmente, la planta arranca sus generadores utilizando diésel, y posteriormente opera con carbón, lo que ha elevado los costos operativos debido al consumo excesivo de combustible fósil. Con la incorporación del gas natural, se busca una operación más eficiente y menos contaminante.
El plan contempla una transformación gradual hacia un sistema de ciclo combinado, que permitirá a la planta trabajar con una mezcla de carbón y gas natural, lo que reducirá significativamente las emisiones contaminantes, sin afectar la capacidad de generación eléctrica.
En cuanto al impacto laboral, Ochoa Rodríguez aseguró que no se prevén recortes de personal, y destacó que la construcción del ducto ha generado empleos adicionales en la región.
“Al contrario de lo que se pensó en un inicio, esta obra ha creado oportunidades laborales. No hay afectaciones en el empleo, sino más contrataciones”, afirmó.
Este proyecto en Nava forma parte de una estrategia más amplia de la CFE para modernizar su infraestructura a nivel nacional. Entre los desarrollos más relevantes destacan las nuevas centrales de ciclo combinado en Mérida IV (Yucatán) con 499 megawatts y Riviera Maya (Quintana Roo) con 1,020 megawatts, además de plantas adicionales en Guanajuato, Hidalgo, Sinaloa y Tamaulipas.
Según estimaciones oficiales, estas iniciativas evitarán la emisión de más de 8 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO₂), en línea con los objetivos del gobierno federal en materia de transición energética.







