A pesar de los informes oficiales presentados durante la rendición de cuentas, las condiciones en las calles de Ciudad Victoria revelan una realidad distinta. Los baches se han multiplicado en avenidas principales y colonias populares, generando riesgos para la seguridad vial y afectando el tránsito diario. Asimismo, las fugas de agua potable persisten en múltiples sectores, lo que no solo representa un desperdicio del recurso hídrico, sino también un indicador de la falta de mantenimiento en la infraestructura básica. Estos problemas, visibles y recurrentes, contrastan con los logros anunciados por la administración municipal. Además, servicios públicos esenciales como el alumbrado, la recolección de basura y el drenaje siguen presentando deficiencias que impactan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos. Lo más preocupante es que ninguno de estos retos fue abordado ni siquiera mencionado en el informe a cuatro años de gobierno, lo que sugiere una desconexión entre la narrativa oficial y las necesidades reales de la población. Esta omisión refuerza la percepción de que la rendición de cuentas se limitó a destacar avances selectivos, dejando en la sombra los asuntos pendientes que continúan afectando a los victorenses.
