Durango, México – De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2024, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Durango se posiciona como la quinta entidad con menor porcentaje de hogares con acceso a internet, con solo el 63.9% de las familias conectadas. Sin embargo, el 82.8% de su población utiliza internet, lo que refleja que los duranguenses recurren a otros espacios o métodos para acceder a la red.
A nivel nacional, el acceso a internet en los hogares ha registrado un crecimiento significativo en los últimos nueve años, pasando del 39.1% en 2015 al 73.6% en 2024, un aumento del 34.6%. Asimismo, el número de usuarios de internet en México se incrementó de 12.6 millones en 2015 a 28.8 millones en 2024.
Pese a este avance, Durango sigue por debajo de la media nacional en conectividad domiciliaria. No obstante, destaca en el uso de teléfonos inteligentes con internet, ya que el 84.4% de su población los emplea para comunicación o entretenimiento, superando la media nacional (81.7%) y a estados como Aguascalientes, Chihuahua y Querétaro.
El INEGI reveló que el 96% de los usuarios de telefonía móvil en México utilizan un smartphone, mientras que solo el 3.2% aún depende de celulares básicos. Aunque el uso de internet móvil alcanzó su punto más alto en 2022 (76.6%), en 2024 se registró un ligero descenso al 72.8%.
En contraste, el uso de dispositivos inteligentes en hogares mexicanos sigue siendo bajo: ninguna entidad supera el 40% de adopción. En Durango, solo el 23.1% de los hogares cuenta con al menos un dispositivo conectado a internet o a una red local.
Otra tendencia al alza es el acceso a internet a través de televisiones inteligentes. Entre 2023 y 2024, el porcentaje de hogares con al menos un televisor conectado pasó del 68.7% al 74.1%, reflejando una mayor integración de tecnologías en los hogares mexicanos.
Aunque Durango enfrenta desafíos en infraestructura de conectividad domiciliaria, sus habitantes demuestran una alta adaptabilidad al emplear alternativas móviles y espacios públicos para mantenerse conectados, superando incluso a estados con mayores recursos tecnológicos.