El cáncer cervicouterino sigue cobrando vidas, en lo que va del año se han registrado 21 fallecimientos y 19 nuevos casos diagnosticados. Los datos oficiales revelan que, en 2023, esta enfermedad afectó a 138 mujeres y provocó 105 muertes, mientras que en los primeros cuatro meses de 2024 ya se han detectado 50 casos nuevos de VPH, virus vinculado al 95% de estos cánceres. La situación es aún más crítica para mujeres con VIH, quienes tienen seis veces más riesgo de desarrollarlo, según la OMS.
La prevención es clave para reducir estas cifras. Las autoridades sanitarias destacan tres medidas esenciales, la vacunación contra el VPH que protege contra los tipos 16 y 18, responsables del 70% de los casos, el uso correcto del condón que reduce un 70% la transmisión y la detección oportuna mediante el Papanicolau y pruebas de VPH. Además, evitar el tabaco es fundamental, ya que su consumo agrava el riesgo.
El mayor desafío es que, en etapas iniciales, esta enfermedad no presenta síntomas, por lo que muchas mujeres acuden al médico sólo cuando aparecen señales avanzadas, como sangrado irregular, dolor pélvico o flujo anormal. Por ello, los expertos insisten en la importancia de los chequeos ginecológicos anuales, especialmente en mujeres mayores de 25 años. La diferencia entre la vida y la muerte puede estar en un diagnóstico a tiempo.
