Durango, Durango. — «Lluvias de mayo, ni pa’l caballo», reza el conocido refrán que, en esta ocasión, se cumplió en Durango. Durante el quinto mes del año, el estado registró un déficit del 48.9% en precipitaciones, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
De acuerdo con el reporte del Departamento de Meteorología e Hidrología de la Conagua, el promedio histórico de lluvias para mayo es de 13.3 milímetros (13.3 litros por metro cuadrado). Sin embargo, al cierre del mes, solo se acumularon 6.8 litros por metro cuadrado, lo que representa apenas el 51.1% de lo esperado.
Inicialmente, se pronosticaba un mayo más húmedo, con una precipitación acumulada de hasta 15 milímetros, y se esperaba que las lluvias llegaran en la última semana del mes, lo cual ocurrió. No obstante, diversos fenómenos atmosféricos desviaron los sistemas de lluvia, dejando solo chubascos aislados en algunas regiones.
Aunque mayo rompió la racha de tres meses sin lluvias (febrero, marzo y abril cerraron con cero precipitaciones), la sequía sigue afectando al estado. Las últimas lluvias significativas se registraron el 6 de septiembre del 2023, lo que significa que Durango lleva nueve meses sin precipitaciones considerables.
La situación es aún más crítica al analizar el acumulado anual: de enero a mayo, solo han caído 17.6 litros por metro cuadrado, frente a un promedio histórico de 48.4 litros. Esto refleja un déficit del 63.7% en lo que va del año.
La falta de lluvias agrava la sequía que ya afecta a la entidad, impactando la agricultura, la ganadería y los niveles de presas y mantos acuíferos. Autoridades y productores mantienen la esperanza de que la temporada de huracanes y ciclones, que inicia en junio, pueda traer alivio a la región.
Mientras tanto, Durango sigue bajo la sombra de la escasez, confirmando que, esta vez, el dicho no falló: «Mayo seco, año difícil».