** A pesar de una ligera baja en el desempleo, más de la mitad de los trabajadores en la entidad se encuentran en la informalidad, mientras crece el número de personas con empleos insuficientes.
Durango, Dgo. La economía de Durango enfrenta un persistente desafío en su mercado laboral, donde la informalidad no solo sigue siendo la norma para la mayoría de los trabajadores, sino que repuntó durante el último año, afectando a más de 440 mil personas. Los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al cierre del segundo trimestre de 2025 revelan un panorama complejo, marcado por la precariedad.
Después de haber logrado una reducción al 48.9% a mediados de 2024, la tasa de informalidad laboral se incrementó al 51.2% un año después. Esto significa que de una Población Económicamente Activa (PEA) de 884 mil 69 duranguenses, 860 mil 551 tienen una ocupación, pero 440 mil 602 de ellos carecen de seguridad social, prestaciones y un salario formal garantizado.
Aunque el indicador de desocupación mostró una mejora marginal, al ubicarse en 2.7% (23 mil 518 personas sin empleo), frente al 2.8% del mismo periodo de 2024, otros rubros evidencian una profundización de la vulnerabilidad laboral.
Un dato alarmante es el crecimiento de la tasa de ocupación parcial y desocupación, que pasó de 10.1% a 10.7% en un año. En términos concretos, este indicador –que agrupa a los desempleados y a quienes trabajan menos de 15 horas a la semana– sumó 94 mil 595 personas en junio de 2025, 5 mil 304 más que las 89 mil 291 registradas en 2024.
Desglosando esta cifra, se encuentra que, además de los 23 mil 518 desempleados, 71 mil 77 duranguenses se vieron obligados a aceptar empleos de muy corta duración (menos de 15 horas semanales), insuficientes para generar los ingresos necesarios.
La encuesta también reporta la Tasa de Presión General, que refleja a la población desempleada que busca activamente un trabajo, confirmando la presión existente en el mercado laboral estatal.
Los resultados de la ENOE pintan un escenario donde, si bien menos personas reportan estar totalmente desocupadas, un número creciente se incorpora a empleos informales o de jornada extremadamente reducida, lo que perpetúa condiciones de pobreza y falta de acceso a derechos laborales básicos en el estado.







