A pesar de los esfuerzos para promover la inclusión laboral, las personas con discapacidad en Durango siguen enfrentando dificultades para acceder a empleos formales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 el estado contaba con 101,953 personas con algún tipo de discapacidad, de las cuales la mayoría son mujeres (53,921) frente a 48,032 hombres. Sin embargo, no existe un censo específico que determine cuántas de estas personas son económicamente activas, informó Aleyda Flores Carrillo, regidora del Partido Acción Nacional (PAN) y defensora de los derechos de personas con discapacidad.
Flores Carrillo señala que el principal obstáculo para la inserción laboral de este sector no es la negativa de los trabajadores, sino la falta de información sobre las capacidades y habilidades de las personas con discapacidad. «El problema es que no saben dónde ubicarnos porque desconocen qué podemos realizar», comenta, subrayando que muchas de estas personas están preparadas para desempeñar trabajos acordes a sus competencias.
La regidora, quien es ingeniera y vive con una discapacidad, enfatiza que las personas con discapacidad pueden realizar actividades laborales en diversas áreas, desde trabajos manuales hasta puestos en recursos humanos o administración. Sin embargo, la falta de estadísticas precisas dificulta medir el verdadero alcance del desempleo en este sector. Las cifras del INEGI incluyen personas que utilizan lentes, lo que no necesariamente se considera discapacidad según los criterios establecidos.
En cuanto a la contratación, algunos avances se han registrado en cadenas comerciales y empresas locales de Durango, donde alrededor de 12 personas con discapacidad han encontrado empleo, principalmente en el comercio. A nivel gubernamental, el Ayuntamiento de Durango ha empleado a unas 17 personas con discapacidad en diferentes áreas.
«Estamos empujando fuerte en algunos sectores para visibilizarnos y que los empresarios volteen a vernos», afirma Flores Carrillo, quien reconoce que aún falta mucho por hacer para lograr una verdadera inclusión. La regidora también expresa preocupación sobre la equidad salarial, ya que desconoce si las personas con discapacidad reciben salarios acordes a sus funciones. «El problema es que no nos dan trabajo. Nosotros queremos el trabajo y el salario debe ser de acuerdo a las funciones que realiza cada uno», concluye.
La lucha por una mayor inclusión laboral continúa, y la necesidad de sensibilizar al sector productivo y visibilizar las capacidades de las personas con discapacidad sigue siendo crucial para garantizar su derecho al empleo digno y remunerado.