La gestión del exalcalde Roberto Clemente Piña Amaya ha sido tema de atención tanto por sus logros como por las controversias que dejó a su paso. Aunque fue reconocido a nivel nacional por su desempeño, su administración enfrenta ahora fuertes señalamientos por presuntas irregularidades.
Durante su mandato, Piña impulsó obras públicas con una inversión récord de 120 millones de pesos, incluyendo la rehabilitación del Centro Familiar Recreativo “Cefare”, y fue incluido en mayo de 2024 entre los 10 mejores alcaldes del país según una encuesta de Consulta Mitofsky, con una aprobación del 53.4%.
Sin embargo, tras su intento fallido de reelección en 2024, que culminó con su derrota y retiro anunciado de la política, comenzaron a salir a la luz denuncias por presunto desvío de recursos. Una de las más graves señala que habría desviado 35.5 millones de pesos mediante simulación de obras y contratos de maquinaria, presuntamente a través de una empresa vinculada a un exalcalde de Monclova.
A estas acusaciones se suma la solicitud realizada en febrero de 2025 por la diputada local Edith Hernández para que la Auditoría Superior del Estado investigue su cuenta pública 2024. La actual alcaldesa, Sara Irma Pérez, denunció la desaparición de documentos clave, deterioro de patrullas y falta de información financiera.
Además, durante su administración fue criticado por empresarios locales por supuestamente dificultar la llegada de inversión extranjera, lo que habría provocado la pérdida de al menos tres proyectos industriales importantes.
A pesar de los reconocimientos obtenidos en vida política, el nombre de Roberto Piña queda ahora marcado por un contraste entre la percepción ciudadana positiva y las investigaciones que podrían derivar en consecuencias legales.