#Opinion // El Retorno a la patria

octubre 19, 2025

Por Nataly Torres

Es impresionante y muy doloroso, ver a la multitud regresando a casa, sonrisas, saltos, manos extendidas al aire, agitándolas, gritos de alegría, rostros iluminados, ojos vivaces por el brillo que han adquirido al emprender el regreso, el camino a casa, al iniciar el retorno a la Patria.

Eso es “La Patria”, la vida vivida ahí. Donde se nace, se crece, se desarrolla el hombre como ser humano. Como lo expresó Ramon López Velarde: -Patria: tu mutilado territorio se viste de percal y de abalorio. Suave patria: Tu casa todavía es tan grande, que el tren va por la vía como aguinaldo de juguetería”. –

Grande es La Patria Palestina, herida por el imperialismo norteamericano y europeo, pero, defendida por su pueblo. Defensa que permitió la respuesta unánime, la solidaridad mundial con el Pueblo Palestino, el cual quiere vivir en su terruño. Y su acción de resistencia lo convirtió en pleno siglo XXI, en la vanguardia de la resistencia.

Decía que es muy doloroso, pues en contraste con el retorno que genera felicidad y la promesa del cese al Exterminio, léase bombardeo, misiles y bombas cayendo del cielo, destruyendo por tierra con tanques y hombres armados que disparan, no contra objetivos militares, sino disparan y asesinan al pueblo, a niños, mujeres, ancianos, en tiempo real se puede ver en las pantallas.

El regreso a casa, sí, pero al regresar ya no hay casa y eso es la patria. Hay desolación, la casa desapareció… ¡aquí estaba!; ahora hay escombros, paisaje sombrío, sin las construcciones, dónde habitaban, donde vivían las familias con sus hijos. “Con obscuras y radiosas esperanzas, piensan en el porvenir”, en el futuro luminoso, producto de la dedicación, del trabajo, por construir siempre una vida mejor.

Ante la desinformación de las empresas de la comunicación que lo que buscan es raiting (léase “la ganancia”), es real confusión, pero al ver y leer la descripción de la desolación que ha generado la clase gobernante de un país, que incluso, no tuvo su origen, en esas tierras.

Al igual que la clase gobernante de Estados Unidos de Norteamérica representada por Trump, son migrantes que abandonaron (sus antepasados), sus tierras de origen, precisamente por las malas condiciones en que vivían, pero, al llegar a la tierra en busca de un cobijo, acabaron con su población nativa y se enseñorearon sobre ella.

Hoy esa misma clase decide cuando hay guerra o cuando hay paz, según reditúe más ganancias, una u otra realidad. Por eso Donald Trump, puede estar agrediendo con los cuerpos armados de su país a los migrantes, que como sus antepasados buscaban una mejor vida; Y por el otro lado como el gran protector, declarar y forzar a Netanyahu a la paz.

Israel por igual llegó a una tierra que le dieron para construir su casa, pues “no tenía donde hacerla”, y su voraz clase gobernante, no se conformó con lo que le dieron, y siguen arrebatando y destruyendo lo que es de los palestinos, para quedarse con él, con toda la tierra que le resolvía su problema.

La realidad mundial nos muestra hoy la importancia de un pueblo unido, pero exige un pueblo educado con la idea de formar un mundo multipolar que le dé a la raza humana las condiciones de vida necesarias